lunes, 17 de diciembre de 2012

28. Fin de una duda.

-¡Voy ahora mismo por mantas y el botiquín  -Dijo Ivan corriendo hacía la casa rápido como un rayo. Stefan esta cada vez respirando peor y su pulsación estaba bajando.

-¡Ivan rápido! -En solo cuestión de segundos el llegó con las cosas. Estaba desinfectando las heridas del cuerpo y le dio de beber agua.

-Mell, ve a casa y llama a Jeremy para que venga inmediatamente. -Yo asentí y me levanté. -Y Mell, primero vístete antes de que piense algo raro. -Me enrojecí y fui corriendo para la casa.

Tan solo llegar a mi habitación cogí lo primero que pille a mano, unos vaqueros cortos con una camiseta de tirantes negra. Cogí mi móvil de la mesita de noche y marqué el numero de Jeremy. 

-Buenos días Melody, ¿ocurre algo? -

-Tienes que venir a casa ahora mismo. -Pude decir de lo nerviosa que estaba por esta situación. De después de eso oí como colgaba el teléfono  y al girarme pude ver que estaba detrás mía. Ya nos me sorprendía tanto, los magos son así de rápidos. Entonces nos fuimos corriendo a donde se encontraban Ivan y Stefan. Jeremy aun no entendía lo que estaba ocurriendo y no paraba de pedir explicaciones.

-Sigo sin entender lo que estaba pasando aquí Melody. -

-Tu tan solo transporta nos al salón, y que el este en el sofá y te explicaremos lo que esta pasando. -No se le quedo muy convencido pero nos dejó justo donde queríamos estar. Ivan entonces se levantó y corrió a por mas trapos y Jeremy me pidió explicaciones.

-Explica ahora, o no podre ayudar en mucho mas. -Su mirada pedía sinceridad y yo no pude negarse la.

-Stefan es un licántropo, nos ha atacado, bueno, ha atacado a Ivan, y el, es decir, Ivan, le ha echado una especia de liquido amarillento...-

-Matalobos. -Interrumpió. -Mell, ve para mi habitación, y en el primer cajón de la mesita de noche, en el fondo, hay una botella con un liquido raro, se llama verbena, ve y tráemelo. -No hice preguntas, y fui directamente a por lo que me pidió. Enseguida lo encontré y me dirigí a donde estaba Jeremy para dárselo  -Ya he sanado todas las heridas, solo necesita fuerzas. -Le dio de beber la verbena y en solo cuestión de segundos contemplábamos como sus heridas iban desapareciendo de su cuerpo y ya iba respirando con tranquilidad.

-¿Ya esta bien? -Pregunté preocupada, y Jeremy me asintió con alivio. -Menos mal... -Pude decir, sentía como mi corazón se había tranquilizado y mi cuerpo podía descansar. Me dijo que descansemos todos ya que cuando se despierte habría que hacerle algunas preguntas, me tire media hora sentada en el sofa de al lado medio durmiendo pero sin quitarle el ojo a Stefan, entonces fue cuando apareció Ivan.

-Mell, ¿puedes venir por favor? -Yo asentí pero mire a Stefan y Jeremy me hizo saber que el se encargaría de el. Entonces me quede mas tranquila. Nos fuimos a la habitación de Ivan, no sabía el por que pero lo notaba un tanto tenso y eso me preocupada. Entonces fue cuando me dirigió la palabra. -Te tengo que pedir que olvides todo lo que ha pasado. Todo lo que te he dicho básicamente  -Me quedé de piedra, hace solo cuestión de una hora me había intentado besar y ahora pretende que lo olvide, no entendía nada. -Es mejor así, me he distraído, y tu estuviste confusa y por poco no nos mata Stefan, no quiero bajar la guardia...-

-Ivan... -No sabía que decir, ni sabía por que le había interrumpido.

-Mell, te quiero. -Fue entonces cuando se me acercó y se puso enfrente de mi rostro y delicadamente me cogió de la nuca. Mi corazón latía cada décima de segundo mas rápido y poco después iba a explotar cuando me dio un beso en la mejilla suave  y me sonrojé de nuevo. -Pero no quiero distraerte con tus deberes de semidiosa... -Entonces se separó un poco de mi y se dio la vuelta para irse de la habitación, mis dudas habían acabado y por fin me decidí a hablar.

-Tu a mi no me distraes. -Dije por fin, nerviosa, pero por fin. En el instante se dio la vuelta, sabía lo que sentía, lo quería como mi mejor amigo, y mucho más. Entonces decidida por fin dije lo que tanto tiempo le quería decir desde que le conocí. -Te quiero Ivan, -Ahí ya me puse mas nerviosa y empecé a tartamudear. -no me hagas olvidar lo que ha ocurrido, por favor. -De mis ojos salieron unas lagrimas que acariciaban mis mejillas y al verme con ese rostros se acercó a mi de nuevo. Mi corazón iba a una velocidad incalculable cuando veía como me volvía a coger la nuca suavemente, pero con una forma un tanto sexy, y yo no me quedé atras, le agarre con una mano de su nuca y con la otra de su pelo perfecto moreno que me encantaba tanto. Poco a poco nuestros labios se iban juntando hasta llegar el momento que su respiración estaba en mi boca y me besó . Nuestros labios se fusionaron en una beso con tanta pasión que no veíamos el momento de parar. Y podía notar como nuestros corazones latía de una forma incontrolable. Este me agarró de la cintura con la otra mano con un gran dominio para que no me apartara de el y que ese beso nunca tuviera final, cosa que yo tampoco quería que acabase. Pero en pocos segundos nos separamos y me miró a los ojos y seguidamente me sonrió.

-No sabes lo que llevo esperando este momento. -Me hizo sacar una sonrisa de oreja a oreja y me volvió a coger bien de la cintura pero un tanto mas salvaje que tanto me gustaba y me volvió a besar descontrolada mente pero esta vez en el cuello y progresivamente en los labios. Era algo tan indescriptible que me volvía loca. Pero paré, por la razón que ya teníamos que bajar. Pero antes este me miro a los ojos. -Te quiero Melody. -

martes, 11 de diciembre de 2012

27. Las cosas se ponían un tanto calientes.

Otro día había empezado y de mis preocupaciones ya me había olvidado. Pero la noche no es que hubiese sido muy agradable, tenía en mi mente aquellos ojos de serpiente que me perseguían allá a donde fuese. Bueno, nuevamente no me molesté en vestirme, hoy no había entrenamiento, hoy era el día de hacer la vaga y ni en broma me iba a quitar el pijama. Llevaba un pijama de verano, era de tirantes con la silueta del sujetador y lo demás suelto que no llegaba ni a la rodilla. Apenas se pasaba un palmo y medio después de la cintura. Era de color negro y lo debajo de la silueta (lo suelto) era de dos capas un poco transparentes. Bueno, me dirigí hacía la cocina y como todos los demás menos Ivan, estaban fuera y llegarían a las once, decidí hacer el desayuno. Me puse un delantal ajustado corto, vamos el único que había para variar, y empecé a hacer unos batidos de fruta, pero con toque de verano, es decir, con espuma. Para combinar hice unas crepês con chocolate que me salieron de muerte. Puse la mesa y ya solo me quedaba esperar, me quité el delantal y fue cuando oí a alguien bajando por las escaleras.

-Buenos días Mell. -Dijo Ivan.

-Buenos días. -Por lo que parecía aun no me había visto bien, ni yo a el. Ya que yo estaba lavando el potingue que había preparado; entonces fue cuando giré, y nuestras miradas se cruzaron. No podíamos apartar la vista, pero entonces fue cuando se acercó y miró la mesa. 

-¿Has preparado el desayuno? -Preguntó contento y sorprendido. Yo asentí con poco tímida  aun que el era mi mejor amigo aun era un tanto tímida. -Es un bonito gesto por tu parte. -Veía que a cada segundo el se iba acercando mas a mi, y mi corazón palpitaba con fuerza. Tenía toda su vista puesta en mi, pero en escasos segundos reaccioné y pude contemplar que el iba solo con pantalones cortos "solo", y entonces fue cuando mas nerviosa me puse, sus hermosos ojos azules como el precioso cielo pendían deseo, entonces mi mente reaccionó pensando "¿Que estoy haciendo? El es mi mejor amigo, ¿por que me atrae tanto?" esos pensamientos se iban desvaneciendo cada vez que se acercaba mas. Entonces fue cuando estábamos cara a cara y me dio un abrazo fuerte, me abrazó con tanta fuerza que ni yo tampoco controlaba la mía  Entonces fue cuando se suavizo la cosa, pero Ivan se me acercó al oído.

-No puedo contenerme más... -Solo con pronunciar esas palabras me levantó haciendo que me sentase en la barra de bar de la cocina y me empezase a besarme por todo el cuello, el cual era mi punto devil. Apunto de besarme me volvió a coger y me sentó en el sofá del salón por que me voy indecisa. -Mell, ¿Es que no lo ves? -Estaba impactada, no sabía que decir. -Mell, yo te quiero; desde que nos conocimos. -Estaba de piedra, no sabía como reaccionar, mi mejor amigo me quería como algo más y lo que más rabia me da es que yo no sabía exactamente lo que sentía por el.

-Ivan yo...-

-No. -Me interrumpió, este se arrodillo y me tomó de las manos. -Solo quiero oír una respuesta a esta pregunta mi querida doncella. -El corazón estaba que se iba a salir del pecho, no quería oír la pregunta, pero a la vez si. No sabía lo que estaba pasando. -Mell... ¿Tu..?-

-No digas nada. ¿Que te pasa Ivan? ¿Por que estas así tan de repente?- Pregunté deseando la respuesta.

-Me gustas desde siempre, pero he tenido que contener ese sentimiento para no perjudicar a tus entrenamientos, he tenido que convencerme a mi mismo para verte y pensar que eres mi mejor amiga, pero eres mas que eso...-

-Pero eres mi mejor amigo Ivan, y ahora todo se esta mezclando... -Bajé la cabeza y este me tomó de la barbilla y me miró a los ojos.

-Melody, ¿Sientes lo mismo por mi? -No tenia palabras para dar, y este me miraba con mas deseo. Pero en solo cuestión de segundos decidí mi respuesta.

-Ivan yo... - Este me cogió de la nuca en el intento de besarme, solo faltaron unas décimas de segundo para una unión  de labios perfecta y deseable, pero de la nada entra en por la terraza algo gigantesco. Se movía a una rapidez increíble  he Ivan se puso en guardia  y corrimos hacia la cocina. Veía como buscaba algo de los cajones mientras mantenía la puerta cerrada. -¿Ivan, que es eso? -Rápidamente se giró con un cuchillo de plata y una botella amarillenta en sus manos.

-¡Es un licántropo, abre la puerta, yo saldré por la ventana tu escóndete detrás de la puerta! -Obedecí la orden y entró a la cocina, y cuando Ivan salio por la ventana, este le siguió.

-¡Ivan! -Corrí también para allá y pude ver como lanzaba el liquido de la botella amarillenta al licántropo y le iba quemando la piel del lobo que este calló al suelo llorando. Corrí hacia el y el lobo me miró, con una mirada humana y unos ojos de pena. En cuestión de segundos Ivan clavaría el cuchillo de plata en el. Volví a correr más rápido aun que antes, mas que el viento y lo abracé. -¡NO! -Grité desesperada para que no lo matase. Lo abrazaba con tanta fuerza que no quería que me separasen del lobo.

-¡¿Que demonios estas haciendo Melody?! ¡Nos ha atacado! -El licántropo lloraba del dolor que le hizo el liquido, tenía la piel quemada y mire sus ojos amarillos dorados y mis lagrimas no pudieron contenerse de los llantos del lobo. -Melody apártate, no lo repetiré otra vez.- Me negaba apartarme, tenía una conexion especial con el lobo. -Ya esta bien. -Me cogió del brazó y me apartó de el con fuerza.

-¡Ivan no! -El licántropo al verme ser lanzada por Ivan se puso en pie y fue a atacar a Ivan, pero este lo esquivó y callo otra vez rendido al suelo. Entonces fue cuando Ivan le quedó solo cuestión de segundo para matarlo pero yo llegue antes en medio de ellos dos. -No lo hagas. ¡Es Stefan! -Solo oír eso bajo el cuchillo mirando al licántropo con asombro, me giré y pude ver como el licántropo iba transformándose en una figura humana. De cabello rubio corto, una piel un tanto morena y unos ojos verdes esmeralda. Este levantó la cabeza y me miró con dolor.

-Melody... -Y callo de nuevo en el suelo.

-¡Stefan! -