jueves, 6 de junio de 2013

32. Olfato.

Ya finalizada la reunión me dirigí a la cocina, no me podía dormir sin tomarme un buen baso de leche frío con azúcar; me lo preparé y me senté en el sofá observando la fogata, me relajaba. Entonces, nada mas terminarme la leche levanté, pero al girarme choqué con alguien, era Stefan.

-Perdona Mell, ¿te he echo daño?

-Tranquilo no es nada. -Intenté irme pero no pude, Stefan me cogió del brazo, parecía serio.

-¿Podemos hablar? -Solo dijo eso, su tono también era serio, y yo solo asentí. Solo nos dirigimos otra vez a los sofás, ya me encargaría de dejar el baso de leche cuando terminásemos de hablar.

-Dime, ¿que pasa que estas tan serio?

-Hay una cosa que no he contado en la reunión de antes, pero quería decírtelo nada mas que ha ti. -Me sentía bien, el confiaba en mi, y no iba a negarme a que me contase algo de lo que estaba pasando. -Verás, se que un hombre con ojos de serpientes te estuvo persiguiendo ayer anocheciendo cuando por un momento no estabas con Ivan. -Me quedé de piedra, ¿como podía saber eso? Entonces llegué a la conclusión.

-Tu eras aquella sombra que fue a por el. -El solo asintió. -Vale... ¿Y que tiene que ver eso en toda la historia que no habías contado? -Pregunté inquieta por que esto no me cuadraba.

-En el mes que pasé con los lobos, me enseñaron a cazar, pero no a cualquier presa.

-Ha vampiros ¿verdad?

-Si, pero hay otras criaturas mágicas en las que tengo que tener dos dedos de frente. Los elfos por ejemplo, son muy dificiles de atrapar, y no es que tengamos muy buena relación, pero llevamos una amistad llevadera. Luego están las hadas que... Bueno, dejo de entretenerme. Mi olfato puede detectar la magia buena de la mala, y te puedo asegurar que es la peor magia que he olido.

-¿Eso que significa..?

-Eso quiere decir, que este personaje no es que sea de muy agrada compañía. -No entendía nada de lo que estaba pasado.

-¿Y que quiere ese de nosotros? -Pregunté inquieta.

-No lo se, pero mantente con los ojos bien abiertos.

-Gracias. -Dije baja mente y el me tomó de la barbilla y me sonrió.

-Sabes que me tienes aquí para lo que sea.

-Perdona si dudo un poco de ti, -Dije sonrojada. -es que desde hace años deje de confiar en ti y bueno me cuesta y... -Posó sus dedos en mis labios y su mirada era de encanto.

-No te preocupes, lo entiendo. -Me sonrojé aun más, el solo asintió y me aparté suavemente.

-Me voy a descansar. -Dije sin mas, el solo me sonrió y me fui a mi habitación.

Solo llegar me puse mi pijama de verano, pues hacía mucho calor y me senté en mi cama. Pasaba por mi cabeza imágenes. En mi barrio, de pequeños Stefan y yo, y mas imágenes a medida que pasaban los años y de ser distantes ha estar como enanos pues me hacía sentir bien, podía sentir que tenía un amigo en quien confiar. Sonreí tontamente y me acosté mirando al techo y seguía recordando. Se detuvo  mis recuerdos y pensamientos cuando alguien abrió la puerta. Estaba ha oscuras y no sabía quien era.

-¿Melody? -No identifiqué de quien era la voz, así que no me molesté en contestar. Podía oír sus sigilosos pasos y me decidí en levantarme poco a poco he ir a intentar encender la luz. -Ven  conmig...

-¡Melody cuidado! -Stefan entro con una rapidez increíble a mi habitación y yo al suelo del impacto.

No podía ver nada, solo oía como si se estuviesen peleando; entonces fue cuando reaccioné y encendí la luz y pude ver con toda claridad como Stefan peleaba contra alguien desconocido. Estaba paralizada del miedo, entonces Stefan lo rodeo y estampo contra la pared, seguidamente sacó de su bota una especie de estaca de cristal, lo cogió del cuello y lo empezó ha ahogar.

-¡¿Quien eres?! ¡¿A que vienes?! -Conforme iba preguntando y no soltaba nada le iba apretando el cuello.

-A por... Ella... -Este rió en si.

Entonces Stefan cargado de furia la clavó al estaca de cristal en el corazón. Dejó de respirar pero no echó  sangre, solo produjo niebla negra y seguidamente se convirtió en polvo. Stefan me miró enfurecido y a los pocos segundo se relajó. La pelea apenas había durado treinta segundos, pero había sido bastante impactante; me levanté lentamente y entró por la puerta Ivan, Lunnaris y Kenai.

-¿Que ha pasado? -Preguntó Ivan alterado.

-Han venido a por mi... -Los ojos de Ivan mostraros miedo y alteración, miré a Stefan. -¿Qué era eso..?

-No lo se.




miércoles, 17 de abril de 2013

31. La versión de Stefan.

-Todo empezó hace ya unos tres meses o así aproximadamente, pero ya hace mas cuando me notaba raro, que estaba cambiando, pero pensaba que era la pubertad y todo lo demás. Pero cuando estábamos a mediados del segundo trimestre... Me sentía mas "fuerte" o como que podía con todo, y mis sentimientos, mis emociones salían de mi, por que yo nunca he sido un chico que supiese expresar sus emociones y...

-Stefan ve al grano, ¿como ha sucedido eso de transformarte? -Interrumpió Ivan, ya que el se cansaba de tanta charla.

-Ivan callate, bastante que nos esta contando lo que sabe. -Dije defendiendo a Stefan.

-Además, si nos puede aportar mas información es mejor. -Concluyó Lunnaris, asentí y callamos todos para que siguiera.

-Bueno, mejor voy al grano y después preguntáis. Bueno, hace dos o tres meses, estaba en Barcelona, en una gasolinera que tenía un bar y me encontré con Melody, no me esperaba encontrarme con ella pero así fue, y ella tampoco se imaginaba encontrarme ahí. -Todas las miradas se dirigían a mi, pero no les prestaba atención. -Entonces conseguí convencerla para tomarnos algo juntos, y charlar del por que estaba ella aquí y yo, pero ahora mismo no me acuerdo muy bien de la versión de la historia que me contó ella que era mas mentira que si soy gay.

-Modestia aparte. -Soltó Kenai de la nada, y todos nos empezamos a reír. Pero en un segundo me acordé de esa tarde, cuando salí con la moto zumbando para que no me cogiera Stefan; si esa tarde que el desapareció por que le habían cogido los lobos, pero... ¿Qué tenía que ver el en todo esto?

-Stefan, ¿era la tarde esa que te cogieron los lobos en el bosque y que yo conseguí escapar?

-Si. -Dijo nada mas. 

-¿Y que te hicieron? -Preguntó Jeremy cada vez mas intrigado.

-Pues... Me dejaron inconsciente cuando me llevaron a su guarida, aldea o lo que sea, pero cuando abrí los ojos pude apreciar que estaba en un tablero atado de pies y manos, era imposible escapar de ahí. Entonces uno de los gigantescos lobos se acercó a mi, y me miró con "confianza" y lo mas sorprendente de todo es que no tenía miedo. Seguidamente me dio un zarpazo en el pecho, y de ahí cogió mi sangre y la echo a un cuenco; no entendía muy bien para que era, pero entonces la Luna Llena me iluminó por completo y se volvió a acercar, y le entendí decirme mentalmente "eres uno de los nuestros". Entonces todos los lobos aullaron a la vez a la Luna Llena, y en el cuenco donde calló un par de gotas de mi sangré el liquido se volvía amarillo como los ojos de los lobos y empezó ha arder el cuerpo, era un dolor mortal, creía que ese sería mi final; pero no lo fue.

-¿Y después de todo que pasó? -Pregunté.

-Caí rendido del sueño y hasta cuatro días no desperté; esa mañana me desperté con mas fuerza, con mejor físico y con esto... -Seguidamente se quitó la camiseta que llevaba así luciendo su abdominales, pero podía observar que del hombro hasta un poco no llega a la mitad de un lado poseía un tatuaje. Eran de unas formas raras, con alguna escritura lobuna por lo que pude observar. -Dicen los lobos que son símbolos lobunos que identifican la clase de don que tiene cada Licántropo.

-¿Y el resto del tiempo hasta estaba mañana que estabas haciendo? ¿Donde te habías metido? -Preguntó Lunnaris aun fascinada por la historia.

-Pues el primer mes lo pasé con aquella manada de lobos, pero nunca se llegaron a convertir en humanos, no querían mostrar su identidad. Me enseñaron a como controlar mi fuerza, mis trasformaciones y buscar mi "lugar y don". Y el día que me marché solo hablaban de buscar a Melody. -Se me aceleró el corazón al instante. -Decían que era poderosa y no se que mas, y a los pocos días decían que iban a venir los lideres de la manada. Y bueno... No se que pintaba Melody en todo esto así me escapé. He estado este mes y medio buscándote Melody. -Me miró serio. -Para que pintas en todo esto, ¿que eres? ¿Y por que te están buscando? -Hizo una breve pausa. No dijo nada mas, solo miró hacía el suelo por fin desahogado de poder haber contando su experiencia.

-Esto es lo que me temía, la manada donde ha estado Stefan te esta buscando Mell, tendremos que huir de aquí, no podemos quedarnos. -Concluyó Ivan preocupado y dirigió una mirada a Stefan. -Y tu te alejas de nosotros, ¿y si es un espía?

-Si fuese un espía nos habría delatado hace horas, y además por lo que nos ha contado viene de muy lejos, para estar casi dos meses vagando por no se donde; además, si fuese un espía no se habría mostrado como humano. -Concluyó Lunnaris muy segura, y Jeremy asintió.

-Vale. -Tomé la iniciativa. -Te quedas con nosotros pero si llegas a saber algo mas con el paso del tiempo, tienes que contarlo. -Stefan asintió y se acabó la reunión.

jueves, 11 de abril de 2013

30. Comienzan las preguntas.

-Si Melody... Si no ¿como crees que ella nos mandó a ti? Ese es uno de los dones que heredas de ella. Ahora solo falta buscar el que te hace solo a ti especial. -Explicó Jeremy con toda claridad. -Recuerda, solo utilízalo en caso de emergencia. -Asentí y sin nada mas que decir, Jeremy he Ivan se fueron a preparar la cena.

Aun estaba asombrada por la noticia, podía ir a donde quisiera cuando quisiese. Espera, Melody, relájate, solo en caso de emergencia. Suspiré y solo unos instantes sentía un cálido aroma en mi cuello y un aliento cálido en mi oído.

-Gracias por todo. -Esa voz. 

-Stefan. -Me giré, en efecto era el. -¿No estabas inconsciente? No deberías estar en danzas, por lo menos no hasta mañana.

-Me desperté hace un rato y os oí hablar, ademas, necesitaba darte las gracias por todo. -Se puso un poco nervioso y se notaba que se atrancaba con las palabras. -Si no hubiera sido por ti, Ivan me habría matado...

-No tienes por que darlas, no podía permitir que te matará, te conozco desde siempre... -No me dejó tiempo para terminar por que me abrazó cariñosamente, demostrándome lo mucho que lo agradecía, yo se lo devolví y enseguida llego Ivan. No es que lo mirase con mucho entusiasmo, pero cambió la cara.

-Hombre, el bello durmiente por fin ha despertado. -Se acercó para darle la mano y Stefan no lo rechazó.

-Si, he dormido como un bebe, gracias por el golpe cuando me atacaste, necesitaba una buena siesta. -Ivan sonrió entre dientes, pero Stefan ni se molestó. Al ver a Stefan con no tan buena cara decidí intervenir en el asunto.

-Stefan. -Me miró directamente. -Necesitamos saber cosas de ti, sobre tu licantropía. ¿Como ha sucedido? Te conozco desde siempre y esto no me cuadra.

-Tranquila, os contaré todo lo os pueda aportar.

-Bien. -Dijo nada mas Ivan. Como veía frías sus miradas decidí conducirlos al comedor, donde ahí se encontraban Kenai, Julie, Lunnaris y Jeremy; puesto que los semidioses estaban fuera en unas misiones que se les habían encargado.

Las miradas de curiosidad de todos hacía Stefan le estaba poniendo mas nervioso y mas inseguro de si mismo, yo le invité a sentarse a la mesa he intentar cenar tranquilos, por suerte de cena había pizza, que era la cena favorita de Stefan desde que era pequeño, así que eso animó un poco la cosa.

Terminamos de cenar y nos dirigimos todos al salón, todos estábamos medio serios, pero "de buen humor", nos sentamos en los sofás, yo al lado de Ivan, y Stefan se sentó en un sillón para estar en vista de todos. Estuvimos unos segundos en silencio, nadie se animaba a preguntar primero.

-Stefan. -Dije. -¿Como ha sucedido todo? Te conozco desde siempre y esto no me cuadra.

-No lo se ni yo. 

-Eso no nos va a ayudar mucho. -Dijo bruscamente Ivan, yo le pegué en la espalda y se calló, pero Stefan le miró con mala cara.

-Tranquilo -Dijo Jeremy para calmar la sutiación. -Stefan, puedes contarnos todos lo que pasó, antes de que te transformaras y después, te escuchamos. -Solo Jeremy decir esto hizo que todo se calmará. Stefan respiró y asintió.

jueves, 10 de enero de 2013

29. ¿Exagerar?

Me dijo eso y nos bajamos con disimulo al salón. Aun estaba Stefan dormido, y Jeremy seguía sentado observándole con atención por si en algún momento se despertaría. Fue entonces en cuestión de segundo que se oye el timbre de la puerta principal, pues fui enseguida a ver quien era. Eran Kenai, Lunnaris y Julie, pero en las caras de Julie y Kenai pude ver como ponían cara de asco, o desagrado, no entendía el por que. 

-¿Qué es ese olor? -Preguntó Julie con asco y enfado.

-Yo no huelo a nada. -Dije tranquilamente comprobando si olía algo, pero no, no olía nada raro.

-Yo también puedo oler algo raro, pero no me da asco, o si. No lo se. -Pudo decir Lunnaris; entonces a dirigir la mirada a Julie y a Kenai pude ver como sus ojos se pusieron rojos como la sangre, lo alrededor de sus ojos se volvía oscuro y sus colmillos se afilaban.

-Es un licántropo. -Pudo decir Kenai y sin poder reaccionar en décimas de segundos fueron a atacar a Stefan, pero Jeremy los detuvo y calló al suelo los dos. Lunnaris llegó y los levantó. 

-Controlaos un poco eh, es amigo de Melody. Así que un poco de educación. -Dijo Lunnaris en defensa de Stefan.

.¿Como puede haber encontrado este sitio? -Preguntó Julie atacada, ella no aguantaba los licántropos ni de lejos. No entendía el por que de las cosas y de la situación. No podemos aguantar esta peste Melody. -Entonces Stefan se movió un poco, pero no se despertó, pero pudimos ver la cara de este dormido como un bebe, y Julie se quedó mirándolo  su rostro mal herido, cansado y se le cambió la cara. -Bueno, he de decir que es mono, pero ¿Cuanto tiempo se va a quedar aquí? -

-El tiempo necesario para que se despierte y que nos cuente que es lo que le ha pasado, y como ha llegado hasta aquí, así que mas os vale llevaros bien con el. -Dije firme y todos los demás asintieron. Tras unos segundos después el salón se despejó y yo me fui a mi respectiva habitación.

Ya había pasado cuatro horas, y era la hora de la siesta, raro pero hoy pasé casi todo el día en mi cuarto. Cada media hora me asomaba para ver a Stefan pero eso ya se iba reduciendo a medida que pasaban las horas. Ya era casi la hora de cenar y en todo ese tiempo leí un poco y dibujaba, en uno de mis dibujos sin querer dibujé un poco el rostro de Ivan, al ver el muy similar parecido me sonrojé solo en pensar en el. Otro de ellos era un gran lobo granate con mezclas negras con los ojos verdes tirando para amarillos, y por ultimo, el mar, dibujaba en el saltando unos hermosos delfines en un precioso atardecer. Si, el mar, siempre había soñado desde pequeña poder nadar junto a los delfines, pero a medida que pasaba el tiempo, cada vez lo veía mucho mas difícil.

-¿Se puede? -Dijo Ivan desde el otro lado de la puerta llamando para poder entrar.

-Claro, pasa Ivan. -No me molesté en girar, solo quería terminar mi ultimo dibujo, pero sentí sus abrazos rodeando mi cuerpo y reí silenciosamente con una gran sonrisa.

-¿Acaso sabes la hora que es preciosa? -Yo negué con la cabeza cuando miré en el móvil la hora. Ya era mas de las nueve de la noche, se me había pasado el tiempo volando. -¿Qué es lo que estabas haciendo? -No me dio tiempo ha responder pues el ya había cogido uno de mis dibujos que estaba haciendo, pude apreciar su cara de asombro ya que nunca le hablé de que me gustase el dibujo. -Es increíble  Mell, es como si lo pudiese tocar... -

-No es para tanto... -No me dio tiempo a decir nada mas, se fue rápidamente fuera de mi habitación en el dibujo del lobo. No entendía esa reacción, nunca lo había visto así. Me decidí y me levanté y fui a buscarlo a que me expliqué esa rara reacción.

Bajé las escaleras y vi a Ivan enseñarle mi dibujo a Jeremy como un desesperado. La reacción de Jeremy fue igual que la de Ivan, entonces fue cuando salí a preguntar.

-¿Por que exagerais tanto con un simple dibujo? -

-Pues... La verdad es que nos acabas de recordar a tu madre Melody. -Dijo seriamente Jeremy he Ivan asintiendo.

-¿A mi madre? -

-Veras, -Intervino Ivan. -tu madre tiene el mismo talento que tu por el dibujo, y la verdad es curioso, por que según me han contado fuentes fiables, cuando Atenea pinta algo con el alma, puede llegar a poder pintar un sitio, una escena, un paisaje, que si te metes en el... -

-Vas hacía el... - Interrumpí aun sin creermelo.

lunes, 17 de diciembre de 2012

28. Fin de una duda.

-¡Voy ahora mismo por mantas y el botiquín  -Dijo Ivan corriendo hacía la casa rápido como un rayo. Stefan esta cada vez respirando peor y su pulsación estaba bajando.

-¡Ivan rápido! -En solo cuestión de segundos el llegó con las cosas. Estaba desinfectando las heridas del cuerpo y le dio de beber agua.

-Mell, ve a casa y llama a Jeremy para que venga inmediatamente. -Yo asentí y me levanté. -Y Mell, primero vístete antes de que piense algo raro. -Me enrojecí y fui corriendo para la casa.

Tan solo llegar a mi habitación cogí lo primero que pille a mano, unos vaqueros cortos con una camiseta de tirantes negra. Cogí mi móvil de la mesita de noche y marqué el numero de Jeremy. 

-Buenos días Melody, ¿ocurre algo? -

-Tienes que venir a casa ahora mismo. -Pude decir de lo nerviosa que estaba por esta situación. De después de eso oí como colgaba el teléfono  y al girarme pude ver que estaba detrás mía. Ya nos me sorprendía tanto, los magos son así de rápidos. Entonces nos fuimos corriendo a donde se encontraban Ivan y Stefan. Jeremy aun no entendía lo que estaba ocurriendo y no paraba de pedir explicaciones.

-Sigo sin entender lo que estaba pasando aquí Melody. -

-Tu tan solo transporta nos al salón, y que el este en el sofá y te explicaremos lo que esta pasando. -No se le quedo muy convencido pero nos dejó justo donde queríamos estar. Ivan entonces se levantó y corrió a por mas trapos y Jeremy me pidió explicaciones.

-Explica ahora, o no podre ayudar en mucho mas. -Su mirada pedía sinceridad y yo no pude negarse la.

-Stefan es un licántropo, nos ha atacado, bueno, ha atacado a Ivan, y el, es decir, Ivan, le ha echado una especia de liquido amarillento...-

-Matalobos. -Interrumpió. -Mell, ve para mi habitación, y en el primer cajón de la mesita de noche, en el fondo, hay una botella con un liquido raro, se llama verbena, ve y tráemelo. -No hice preguntas, y fui directamente a por lo que me pidió. Enseguida lo encontré y me dirigí a donde estaba Jeremy para dárselo  -Ya he sanado todas las heridas, solo necesita fuerzas. -Le dio de beber la verbena y en solo cuestión de segundos contemplábamos como sus heridas iban desapareciendo de su cuerpo y ya iba respirando con tranquilidad.

-¿Ya esta bien? -Pregunté preocupada, y Jeremy me asintió con alivio. -Menos mal... -Pude decir, sentía como mi corazón se había tranquilizado y mi cuerpo podía descansar. Me dijo que descansemos todos ya que cuando se despierte habría que hacerle algunas preguntas, me tire media hora sentada en el sofa de al lado medio durmiendo pero sin quitarle el ojo a Stefan, entonces fue cuando apareció Ivan.

-Mell, ¿puedes venir por favor? -Yo asentí pero mire a Stefan y Jeremy me hizo saber que el se encargaría de el. Entonces me quede mas tranquila. Nos fuimos a la habitación de Ivan, no sabía el por que pero lo notaba un tanto tenso y eso me preocupada. Entonces fue cuando me dirigió la palabra. -Te tengo que pedir que olvides todo lo que ha pasado. Todo lo que te he dicho básicamente  -Me quedé de piedra, hace solo cuestión de una hora me había intentado besar y ahora pretende que lo olvide, no entendía nada. -Es mejor así, me he distraído, y tu estuviste confusa y por poco no nos mata Stefan, no quiero bajar la guardia...-

-Ivan... -No sabía que decir, ni sabía por que le había interrumpido.

-Mell, te quiero. -Fue entonces cuando se me acercó y se puso enfrente de mi rostro y delicadamente me cogió de la nuca. Mi corazón latía cada décima de segundo mas rápido y poco después iba a explotar cuando me dio un beso en la mejilla suave  y me sonrojé de nuevo. -Pero no quiero distraerte con tus deberes de semidiosa... -Entonces se separó un poco de mi y se dio la vuelta para irse de la habitación, mis dudas habían acabado y por fin me decidí a hablar.

-Tu a mi no me distraes. -Dije por fin, nerviosa, pero por fin. En el instante se dio la vuelta, sabía lo que sentía, lo quería como mi mejor amigo, y mucho más. Entonces decidida por fin dije lo que tanto tiempo le quería decir desde que le conocí. -Te quiero Ivan, -Ahí ya me puse mas nerviosa y empecé a tartamudear. -no me hagas olvidar lo que ha ocurrido, por favor. -De mis ojos salieron unas lagrimas que acariciaban mis mejillas y al verme con ese rostros se acercó a mi de nuevo. Mi corazón iba a una velocidad incalculable cuando veía como me volvía a coger la nuca suavemente, pero con una forma un tanto sexy, y yo no me quedé atras, le agarre con una mano de su nuca y con la otra de su pelo perfecto moreno que me encantaba tanto. Poco a poco nuestros labios se iban juntando hasta llegar el momento que su respiración estaba en mi boca y me besó . Nuestros labios se fusionaron en una beso con tanta pasión que no veíamos el momento de parar. Y podía notar como nuestros corazones latía de una forma incontrolable. Este me agarró de la cintura con la otra mano con un gran dominio para que no me apartara de el y que ese beso nunca tuviera final, cosa que yo tampoco quería que acabase. Pero en pocos segundos nos separamos y me miró a los ojos y seguidamente me sonrió.

-No sabes lo que llevo esperando este momento. -Me hizo sacar una sonrisa de oreja a oreja y me volvió a coger bien de la cintura pero un tanto mas salvaje que tanto me gustaba y me volvió a besar descontrolada mente pero esta vez en el cuello y progresivamente en los labios. Era algo tan indescriptible que me volvía loca. Pero paré, por la razón que ya teníamos que bajar. Pero antes este me miro a los ojos. -Te quiero Melody. -

martes, 11 de diciembre de 2012

27. Las cosas se ponían un tanto calientes.

Otro día había empezado y de mis preocupaciones ya me había olvidado. Pero la noche no es que hubiese sido muy agradable, tenía en mi mente aquellos ojos de serpiente que me perseguían allá a donde fuese. Bueno, nuevamente no me molesté en vestirme, hoy no había entrenamiento, hoy era el día de hacer la vaga y ni en broma me iba a quitar el pijama. Llevaba un pijama de verano, era de tirantes con la silueta del sujetador y lo demás suelto que no llegaba ni a la rodilla. Apenas se pasaba un palmo y medio después de la cintura. Era de color negro y lo debajo de la silueta (lo suelto) era de dos capas un poco transparentes. Bueno, me dirigí hacía la cocina y como todos los demás menos Ivan, estaban fuera y llegarían a las once, decidí hacer el desayuno. Me puse un delantal ajustado corto, vamos el único que había para variar, y empecé a hacer unos batidos de fruta, pero con toque de verano, es decir, con espuma. Para combinar hice unas crepês con chocolate que me salieron de muerte. Puse la mesa y ya solo me quedaba esperar, me quité el delantal y fue cuando oí a alguien bajando por las escaleras.

-Buenos días Mell. -Dijo Ivan.

-Buenos días. -Por lo que parecía aun no me había visto bien, ni yo a el. Ya que yo estaba lavando el potingue que había preparado; entonces fue cuando giré, y nuestras miradas se cruzaron. No podíamos apartar la vista, pero entonces fue cuando se acercó y miró la mesa. 

-¿Has preparado el desayuno? -Preguntó contento y sorprendido. Yo asentí con poco tímida  aun que el era mi mejor amigo aun era un tanto tímida. -Es un bonito gesto por tu parte. -Veía que a cada segundo el se iba acercando mas a mi, y mi corazón palpitaba con fuerza. Tenía toda su vista puesta en mi, pero en escasos segundos reaccioné y pude contemplar que el iba solo con pantalones cortos "solo", y entonces fue cuando mas nerviosa me puse, sus hermosos ojos azules como el precioso cielo pendían deseo, entonces mi mente reaccionó pensando "¿Que estoy haciendo? El es mi mejor amigo, ¿por que me atrae tanto?" esos pensamientos se iban desvaneciendo cada vez que se acercaba mas. Entonces fue cuando estábamos cara a cara y me dio un abrazo fuerte, me abrazó con tanta fuerza que ni yo tampoco controlaba la mía  Entonces fue cuando se suavizo la cosa, pero Ivan se me acercó al oído.

-No puedo contenerme más... -Solo con pronunciar esas palabras me levantó haciendo que me sentase en la barra de bar de la cocina y me empezase a besarme por todo el cuello, el cual era mi punto devil. Apunto de besarme me volvió a coger y me sentó en el sofá del salón por que me voy indecisa. -Mell, ¿Es que no lo ves? -Estaba impactada, no sabía que decir. -Mell, yo te quiero; desde que nos conocimos. -Estaba de piedra, no sabía como reaccionar, mi mejor amigo me quería como algo más y lo que más rabia me da es que yo no sabía exactamente lo que sentía por el.

-Ivan yo...-

-No. -Me interrumpió, este se arrodillo y me tomó de las manos. -Solo quiero oír una respuesta a esta pregunta mi querida doncella. -El corazón estaba que se iba a salir del pecho, no quería oír la pregunta, pero a la vez si. No sabía lo que estaba pasando. -Mell... ¿Tu..?-

-No digas nada. ¿Que te pasa Ivan? ¿Por que estas así tan de repente?- Pregunté deseando la respuesta.

-Me gustas desde siempre, pero he tenido que contener ese sentimiento para no perjudicar a tus entrenamientos, he tenido que convencerme a mi mismo para verte y pensar que eres mi mejor amiga, pero eres mas que eso...-

-Pero eres mi mejor amigo Ivan, y ahora todo se esta mezclando... -Bajé la cabeza y este me tomó de la barbilla y me miró a los ojos.

-Melody, ¿Sientes lo mismo por mi? -No tenia palabras para dar, y este me miraba con mas deseo. Pero en solo cuestión de segundos decidí mi respuesta.

-Ivan yo... - Este me cogió de la nuca en el intento de besarme, solo faltaron unas décimas de segundo para una unión  de labios perfecta y deseable, pero de la nada entra en por la terraza algo gigantesco. Se movía a una rapidez increíble  he Ivan se puso en guardia  y corrimos hacia la cocina. Veía como buscaba algo de los cajones mientras mantenía la puerta cerrada. -¿Ivan, que es eso? -Rápidamente se giró con un cuchillo de plata y una botella amarillenta en sus manos.

-¡Es un licántropo, abre la puerta, yo saldré por la ventana tu escóndete detrás de la puerta! -Obedecí la orden y entró a la cocina, y cuando Ivan salio por la ventana, este le siguió.

-¡Ivan! -Corrí también para allá y pude ver como lanzaba el liquido de la botella amarillenta al licántropo y le iba quemando la piel del lobo que este calló al suelo llorando. Corrí hacia el y el lobo me miró, con una mirada humana y unos ojos de pena. En cuestión de segundos Ivan clavaría el cuchillo de plata en el. Volví a correr más rápido aun que antes, mas que el viento y lo abracé. -¡NO! -Grité desesperada para que no lo matase. Lo abrazaba con tanta fuerza que no quería que me separasen del lobo.

-¡¿Que demonios estas haciendo Melody?! ¡Nos ha atacado! -El licántropo lloraba del dolor que le hizo el liquido, tenía la piel quemada y mire sus ojos amarillos dorados y mis lagrimas no pudieron contenerse de los llantos del lobo. -Melody apártate, no lo repetiré otra vez.- Me negaba apartarme, tenía una conexion especial con el lobo. -Ya esta bien. -Me cogió del brazó y me apartó de el con fuerza.

-¡Ivan no! -El licántropo al verme ser lanzada por Ivan se puso en pie y fue a atacar a Ivan, pero este lo esquivó y callo otra vez rendido al suelo. Entonces fue cuando Ivan le quedó solo cuestión de segundo para matarlo pero yo llegue antes en medio de ellos dos. -No lo hagas. ¡Es Stefan! -Solo oír eso bajo el cuchillo mirando al licántropo con asombro, me giré y pude ver como el licántropo iba transformándose en una figura humana. De cabello rubio corto, una piel un tanto morena y unos ojos verdes esmeralda. Este levantó la cabeza y me miró con dolor.

-Melody... -Y callo de nuevo en el suelo.

-¡Stefan! -

martes, 20 de noviembre de 2012

26. Ojos de serpiente.

Ya llevábamos como casi tres meses de entrenamiento, con cada entrenamiento me sentía mas fuerte, sentía que nadie podía conmigo. Pero creo que eso no es del todo cierto. Aun no había encontrado mi don, eso ya les preocupaba a Lunnaris y a los demás, todo semidiós tiene un don, pero el mio no salía. Probaba con todo tipo de técnicas de relajación para que saliese pero era algo imposible.

-Ya esta bien. -Paré de intentar buscar mi don. -Por hoy esta bien. -Terminó de decir Lunnaris.

-Pero si no hemos avanzado nada ¿Como va a estar bien? -Dije preocupada.

-Lo estas haciendo a la perfección, pero tenemos que buscar otra técnica, ya van quedando menos, así que tu don en poco tiempo saldrá.

Tanto entrenamiento y tanta paciencia me estaba agobiando  Todos podían hacer cosas increibles menos yo, bueno, en cuanto al don claro. Decidí dirigirme para los vestuarios y ducharme, esta vez Ivan y Jeremy me habían metido mucha intensidad al entrenamiento con la espada y cuerpo a cuerpo. La ducha era bastante confortable, pero prefería la de la casa, nada mas terminar de ducharme me cambié de ropa ya que hoy iba a estar por Barcelona dando vueltas, por el cual no me iba a complicar mucho, pero estoy en Barcelona, tengo que vestir decente. En mi mochila había una falda por encima de las rodillas suelta negra; bueno la verdad que es que era una falda cortica y encima suelta, pero menos mal que pensé en ponerme debajo un pantalón cortico como unas mayas debajo para que no se viese nada, eran negras así que camuflaba bastante bien. De parte de arriba opté por una camisa de tirantes blanca y sencilla. De calzado unos botines negros con tacón y por si pasaba frío, pues ya era las ocho y estábamos en mayo, me puse una chaqueta roja de cuero.

Nada mas salir del gimnasio deje la mochila con la ropa sucia en el coche y solo me llevé el móvil con algo de dinero que utilizaría para coger el bus para ir a la casa por la noche a la hora que me recogiese. Me dirigí al centro donde estaba el Parque Güel de Gaudí. Era de estilo medieval, y eso me encantaba, era como una especie de laberinto donde me adentré. Era un tanto fácil perderse y solo girar un par de esquinas me encontré ha Ivan un poco perdido. Yo reí entre dientes, los dos eramos un par de tontos.

-Ya nos vale a los dos perdernos. - Dijo. Nos reímos mucho la verdad, parecíamos tontos.

Tras un buen rato recorriendo el parque, conseguimos salir milagrosamente. nosotros riéndonos como unos niños pequeños nos fuimos a una cafetería típica de ahí cerca. Ivan se pidió un café descafeinado con unos churros. yo básicamente pedí un batido frió de chocolate con nada bien rico. Mientras terminaba de tomarme tranquilamente le batido pude observar que un chico me miraba fijamente, me sentía muy incomoda, su mirada fría fijada en mi con unos ojos de serpiente que me ponía la carne de gallina. No aguantaba esa incomodidad, con solo ver que Ivan ya había acabado me levanté disimulando lo nerviosa que me ponía esa persona.

-Ivan vamos, ya se esta haciendo tarde. -Este no me contesto ni rechistó, obedeció enseguida. Se levantó y le dimos la espalda al chico de los ojos de serpiente que aun me miraba fijamente con curiosidad. Pero a los pocos segundo que haber andado, Ivan se paró.

-Ostras, Mell ahora vengo que se me ha olvidado pagar. -Este salio rápidamente y me quede sola esperándolo. Pero no me quede muy sola por lo que percibía.

-Eres muy bella ¿Lo sabías preciosa? -Un aliento frió recorría mi cuerpo y al instante me di la vuelta. Solo ver esos ojos de serpiente ya me asustaba más. -Tranquila preciosa, no te voy hacer nada mal, solo si te vienes conmigo te daré placer. -No podía hablar, estaba en lapsus. Me alejaba lentamente de el, pero el lo percibía rápidamente. -No te alejes de mi preciosa. -Ni caso le hacía, salí corriendo rápidamente para ir a adentrarme a un bosque para perderle pero era imposible, el ya estaba ahí. Me detuve del susto y me di la vuelta, pero era tarde, este ya me agarraba del brazo con fuerza.

-Suéltame. -Grité, pero este reía entre dientes.

-Tu te vienes conmigo. -No podía utilizar lo que aprendí de los entrenamientos por miedo de que sea un humano me descubriese. Pero en pocos segundos pude apreciar que entre las oscuridades y las sombras de los matorrales gigantes del filo del bosque, pude ver unos ojos gigantes con mirada asesina. El de los ojos de serpiente se asustó y me soltó sin querer, solo con ese acto me alejé de el y de ahí apareció una sombra que fue hacia el de un animal gigante y el salió corriendo a una velocidad incalculable.

No entendí lo que había pasado, pero al ir hacía la cafetería vi que Ivan estaba saliendo, no le pensaba contar nada de lo que había pasado. Debía valerme por mi misma, y para la próxima estaré mas preparada. En solo cuestión de segundos que este saliese nos dirigimos a su coche y nos fuimos directamente a la casa, a cenar y a descansar ya que mañana nos esperaría un día bastante movido.