jueves, 6 de junio de 2013

32. Olfato.

Ya finalizada la reunión me dirigí a la cocina, no me podía dormir sin tomarme un buen baso de leche frío con azúcar; me lo preparé y me senté en el sofá observando la fogata, me relajaba. Entonces, nada mas terminarme la leche levanté, pero al girarme choqué con alguien, era Stefan.

-Perdona Mell, ¿te he echo daño?

-Tranquilo no es nada. -Intenté irme pero no pude, Stefan me cogió del brazo, parecía serio.

-¿Podemos hablar? -Solo dijo eso, su tono también era serio, y yo solo asentí. Solo nos dirigimos otra vez a los sofás, ya me encargaría de dejar el baso de leche cuando terminásemos de hablar.

-Dime, ¿que pasa que estas tan serio?

-Hay una cosa que no he contado en la reunión de antes, pero quería decírtelo nada mas que ha ti. -Me sentía bien, el confiaba en mi, y no iba a negarme a que me contase algo de lo que estaba pasando. -Verás, se que un hombre con ojos de serpientes te estuvo persiguiendo ayer anocheciendo cuando por un momento no estabas con Ivan. -Me quedé de piedra, ¿como podía saber eso? Entonces llegué a la conclusión.

-Tu eras aquella sombra que fue a por el. -El solo asintió. -Vale... ¿Y que tiene que ver eso en toda la historia que no habías contado? -Pregunté inquieta por que esto no me cuadraba.

-En el mes que pasé con los lobos, me enseñaron a cazar, pero no a cualquier presa.

-Ha vampiros ¿verdad?

-Si, pero hay otras criaturas mágicas en las que tengo que tener dos dedos de frente. Los elfos por ejemplo, son muy dificiles de atrapar, y no es que tengamos muy buena relación, pero llevamos una amistad llevadera. Luego están las hadas que... Bueno, dejo de entretenerme. Mi olfato puede detectar la magia buena de la mala, y te puedo asegurar que es la peor magia que he olido.

-¿Eso que significa..?

-Eso quiere decir, que este personaje no es que sea de muy agrada compañía. -No entendía nada de lo que estaba pasado.

-¿Y que quiere ese de nosotros? -Pregunté inquieta.

-No lo se, pero mantente con los ojos bien abiertos.

-Gracias. -Dije baja mente y el me tomó de la barbilla y me sonrió.

-Sabes que me tienes aquí para lo que sea.

-Perdona si dudo un poco de ti, -Dije sonrojada. -es que desde hace años deje de confiar en ti y bueno me cuesta y... -Posó sus dedos en mis labios y su mirada era de encanto.

-No te preocupes, lo entiendo. -Me sonrojé aun más, el solo asintió y me aparté suavemente.

-Me voy a descansar. -Dije sin mas, el solo me sonrió y me fui a mi habitación.

Solo llegar me puse mi pijama de verano, pues hacía mucho calor y me senté en mi cama. Pasaba por mi cabeza imágenes. En mi barrio, de pequeños Stefan y yo, y mas imágenes a medida que pasaban los años y de ser distantes ha estar como enanos pues me hacía sentir bien, podía sentir que tenía un amigo en quien confiar. Sonreí tontamente y me acosté mirando al techo y seguía recordando. Se detuvo  mis recuerdos y pensamientos cuando alguien abrió la puerta. Estaba ha oscuras y no sabía quien era.

-¿Melody? -No identifiqué de quien era la voz, así que no me molesté en contestar. Podía oír sus sigilosos pasos y me decidí en levantarme poco a poco he ir a intentar encender la luz. -Ven  conmig...

-¡Melody cuidado! -Stefan entro con una rapidez increíble a mi habitación y yo al suelo del impacto.

No podía ver nada, solo oía como si se estuviesen peleando; entonces fue cuando reaccioné y encendí la luz y pude ver con toda claridad como Stefan peleaba contra alguien desconocido. Estaba paralizada del miedo, entonces Stefan lo rodeo y estampo contra la pared, seguidamente sacó de su bota una especie de estaca de cristal, lo cogió del cuello y lo empezó ha ahogar.

-¡¿Quien eres?! ¡¿A que vienes?! -Conforme iba preguntando y no soltaba nada le iba apretando el cuello.

-A por... Ella... -Este rió en si.

Entonces Stefan cargado de furia la clavó al estaca de cristal en el corazón. Dejó de respirar pero no echó  sangre, solo produjo niebla negra y seguidamente se convirtió en polvo. Stefan me miró enfurecido y a los pocos segundo se relajó. La pelea apenas había durado treinta segundos, pero había sido bastante impactante; me levanté lentamente y entró por la puerta Ivan, Lunnaris y Kenai.

-¿Que ha pasado? -Preguntó Ivan alterado.

-Han venido a por mi... -Los ojos de Ivan mostraros miedo y alteración, miré a Stefan. -¿Qué era eso..?

-No lo se.




No hay comentarios:

Publicar un comentario