miércoles, 22 de febrero de 2012

2. La perfección

Al abrir los ojos y no sentir el dolor en la muñeca, miré a Stefan como dolorido del brazo y vi el rostro de mi "heroe". No lo diré con exageración, era una perfección de ser humano. Era alto, morenito de piel y con el pelo ni muy corto ni muy largo moreno y sus ojos azules como el cielo se clavaron en mis ojos. El es de metro ochenta y poco mas y muy musculoso. Nada mas soltar a Stefan fue hacía mi y me miro con preocupación. En ese instante mi corazón latía a mil.

-¿Te ha echo daño ese idiota?- Tenía un modo de hablar muy cortes. Y por la deducción de Kiara, tenía que ser el chico de Grecia que vivió en Italia y me dí cuenta que tenía un tono perfecto al hablar español. Baje de la nube de mis pensamientos y reaccioné.

-No... Tranquilo. Ese idiota... Cree que puede tener lo que quiere cuando quiere.- Dije con toda la razón del mundo.

-Vaya un subnormal.- Dijo con un tono de odio.- Bueno, perdona no me eh presentado. Soy Ivan, Ivan Sky.- Me tomó la mano y me dio un beso en la mejilla. Estaba atontada, nunca había estado asi y reaccione para no parece una idiota.
-Yo soy... Melody Blue, pero me puedes llamar Mell.- Dije con vergüenza sin dejar de mirar esos hermosos trozos de cielo en sus ojos. Y le dediqué una sonrisa, y me la devolvió encantado y se dirigió al profesor de historia, y bueno, nos mandó a callar a todos y le prestamos atención.


-Bueno chicos, vamos a tener dos nuevos alumnos en la clase, no son de España pero dominan el idioma a la perfección. Os presento a Ivan y Lunnaris Sky.- Ivan ya estaba dentro de la clase pero al pronunciar el nombre de Lunnaris entró. Una chica de mi estatura o puede que un poquito mas baja que yo, con el pelo castaño oscuro larguísimo ondulado hasta la cintura, su piel tan pálida como la pura nieve y unos ojos pardos tan hermosos como un gato. Al momento de entrar todos los chicos fijaron la mirada a ella y ella sin ton si son pasaba de ellos.  Ella llevaba una vestimenta bastante peculiar, llevaba una falda negra tipo de colegiadas con un jersey rojo con un chaleco de piel negro y una boina negra con unos botines rojos con tacón que disimilaba que era baja. Sin duda tenia buen gusto para la ropa. He Ivan llevaba unos baqueros un poco cagados vaqueros claros, con una camiseta ajustada blanca con una chupa de cuero negra.- Bien, Lunnaris ponte donde quieras, pero antes... ¿Quien se ofrece voluntario o voluntaria para enseñarle el instituto a los Sky?- Al momento todo el mundo levantaba la mano, menos yo y Stefan; el no era de hacer buenas obras y como que yo no me quería ir de mi fantasía. Pero el profesor se acerco a mi.- Señorita Blue.- Alce la mirada y me levante para dirigirme a el.- ¿Le importaría enseñarle nuestra institución a los Sky?- Hay no supe que decir, estaba con la cabeza en duda y entonces me miro Ivan y me sonrió, y yo se la devolví.


-Claro. Sera un placer...- Dije avergonzada y me dirigí a mi sitio. En cuando a los Sky, se sentaron justo en la mesa de detrás. Alce la mirara hacia atrás y vi a Ivan tomando apuntes de historia, se le veía un chico aplicado; por el cambio veía a Lunnaris fijando la mirada a la explicación del profesor sin apuntes y sin nada. Decidí no hacerle caso y me dedique a prestar atención a la clase eterna de historia...

jueves, 9 de febrero de 2012

1. El comenzar

Lo que cuentan en los mitos y en las leyendas, sobre seres sobrenaturales, tan solo son cuentos de ficcion. Pero en una ciudad de Alicante vivo yo y me gusta mucho los mitos y las leyendas. Me llamo Melody, pero mis amigos me llaman Mell, estamos a finales del segundo trimestre y tengo diecisiete años. No soy de las mejores del instituto pero lo saco todo. No soy una cosa del otro mundo, soy bajita de metro sesenta, delgada, con el pelo bufado ondulado hasta al hombro castaño neutro y unos ojos grises con una pizca de azul, son un tanto raros. Pero vayamos con el lió. Era una mañana tranquila en Alicante, y empieza a amanecer. Hay es cuando alzo los brazos y me despierto. Miré el hermoso amanecer y pienso que mi rutina nunca iba cambiar. Salí de la cama y me mire en el espejo mi horrible pelo recién levantado rizado, y abrí el armario para elegir la "vestimenta " que iba a llevar en el instituto. Yo tengo dos tipo de vestimentas, la de "sport" y la "chic" que esa es la que menos me pongo. Yo nunca me ponía la ropa chic por que no tengo cuerpo para lucirlo con ropa como esa. Bueno, elegí unos vaqueros pitillos para variar con una sudadera Adidas negra gigante y unas deportivas negras. Nada mas elegir el modelito, aun en camisón que me envió mi madre desde Grecia. Era un camisón de una tela poco común de color azul como el cielo y el mar mezclado, que cada vez que me lo ponía sentía a mi madre en mi corazón. Nunca la había conocido a mi madre y siempre la he tenido rencor por nunca presentarse. Pero yo vivía con mi padre, era enrollado, y siempre me había gustado su compañía. Bueno, fui al baño a ducharme, me encantaba el agua de cincuenta grados, y algunos decía que era una locura ducharse con esa temperatura pero yo me sentía a gusta. Al terminar, me sequé el pelo, intentado que me quedase bien, pero eso era un tanto imposible. Cuando termine, fui a mi habitación a cambiarme. Termine de ponerme los deportivos y me dirigí a la cocina a prepararme el desayuno, y para la sorpresa me encontré con todo el desayuno preparado, y yo sabia que mi padre no podía haber sido ya que el siempre se iba a trabajar temprano. Tenia en la mesa unas tostadas recién echas (mas razón para no ser mi padre), al lado un buen vaso de chocolate caliente y un bote de mantequilla al lado de las tostadas. Al ver todo eso vi que al lado de las tostadas había una nota. Era de mi padre:

Cariño, por todas las veces que ayudas en la casa, le eh pedido a un amigo que te satisfaga la mañana y que te lleve al instituto. Besos Alvaro.

Si, mi padre se llama Alvaro. Y con lo que me quedé con la intriga es quien me habría preparado el desayuno. Mi cabeza empezó a dar vueltas pensando en el misterioso cocinero y chófer cuando salio a la vista. No me hizo muy feliz al verle y puse mala cara, y no es que fuese una visita muy "agradable". Vi el rostro de un buen conocido que por desgracia no era buen amigo. Era Stefan, es un chico que su padre es por así decir el mejor amigo de mi padre, a mi de pequeña me llegó a gustar pero el me trataba como un felpudo a partir de los catorce años y y antes de eso, desde los cinco nos lleva vamos bien. Y bueno desde ese momento no nos hablamos casi nunca, solo en las ocasiones que nuestros padres quedaban y yo tenia la obligación de ir con el y soportarlo. Pero esa mañana lo encontraba diferente. El es alto y con bueno bíceps de metro ochenta, de pelo largo de color castaño claro casi rubio y sus ojos verdes esmeraldas. El en ese momento me miro con cara de menos asco de lo normal . El tenía ya los dieciocho años ya, y eso significaba coche y carnet de conducir. Como sus padres eran ricos, tenían como la obligación de comprarse el ultimo coche de la temporada. Cuando me di cuenta se estaba acercando cada vez mas y me di cuenta que ponía su típica sonrisa medio seductora, pero esos trucos nunca me funcionaban y le puse las cosas claras.

-Ya sabes que esos truquitos no funcionan Stefan- aun así, el seguía acercándose. Ya oía casi su corazón latir y me dio un beso en la mejilla y cuando se aparto me miro con la misma cara y me dedico una sonrisa.

-Solo quería saludar Mell, y quería ver tu progreso en el físico...- en ese instante vi que me veía de arriba y abajo que me dio el impulso de empujarle y eso hice. Cuando se sacudió su pelo me miro con una mirada de chulo que no podía evitar poner cara de odio.- Pero veo que sigues siendo una canija insocial.- Justo nada mas oír eso le empuje y le dirigí a la puerta.

-Vete Stefan, hazme el favor y vete de mi casa, ya iré yo sola al instituto yo sola.- Le lance una mirada que le petrificó la cara.

-De acuerdo, tu misma.- Y se fue, y me dirigí a la cocina como si no hubiese pasado nada. Ahora estaba mas tranquila, y mas relajada. Me tome el desayuno que me preparo Stefan con mala gana, cogí mi mochila y me fui andando al instituto. Era como siete manzanas para llegar, pero así me venia bien para adelgazar y por algo me había levantado temprano. 

Al llegar al instituto sentí como si el día de hoy iba a ser un tanto diferente, pero no lo veía. Cuando encontré mi taquilla, metí los libros que no necesitaba y me dirigí a mi mortal clase de Historia, pero antes de entrar me  encontré con mi "amiga" Kiara, bueno era una chica un tanto... Como decirlo... Aprovechada. Solo iba conmigo en clase por que ella tenia a sus amigos en las otras clases, pero ella era de las chicas mas normales de la clase, así que no me molestaba su compañía. Bueno se dirigió a mi como una loca, y muy alarmada.

-Tía, tía tía. Han venido un chico de intercambio que esta buenísimo.- Parecía desesperada por conseguir una cita con ese chico, pero pensé que el no debería ser para tanto.- Y también me han dicho que el nació en Grecia y también vivió en Italia, y tiene una hermana que se esta llevando todas las miradas de todos los chicos y ella pasando de todos ellos.- Eso si que me pareció un tanto raro, ya que los chicos estaban bien seducidos por las frescas de aquí, y eso si que me dejó intrigada.- No se como se llama el chico, pero si se como se llama la chica, se llama Lunnaris.- Entonces me vino en mente al unicornio de las Memorias de Idhún, es una de mis sagas favoritas de libros. Y me dí cuenta que ese nombre era poco común, y quise saber como era la chica. Al momento me di cuenta que me quedé empanada en mis pensamientos y estaba pasando de Kiara, y decidí escucharla.- ... joder tía, tienes que verlos. Bueno se que a ti no es que te guste los chicos pero enserio, ¡tienes que verles!.

-Vale, vale. ¿Y sabes a la clase que van o algo Kiara?- Pregunté interesada, y ella se quedo pensativa hasta que literalmente se le encendió la bombilla.

-La chica, Lunnaris, tiene diecisiete años y el otro tiene dieciocho recién cumplidos, por lo menos lo que eh oído, y creo que la chica va a nuestra clase.

-Ok.- Hay se acabo nuestra conversación y solo espere en mi mesa a que empezase la clase, y justo a punto de abrir mi mochila, viene Stefan hacia mi. Yo me preguntaba que quería e ignoraba que venía pero me cogió del hombro con cara de culpable y le mire a sus ojos verdes esmeraldas y no pude evitar tener lastima por el.

-Lo siento.- Hizo una pausa.- No... Debía de haberme comportado como me eh comportado esta mañana. Lo siento Mell.- Bajo la cabeza y luego me miró a los ojos.

-No... Pasa nada Stefan.- Me cogió de la mano y me miro otra vez con vergüenza y saco una sonrisa de satisfacción. El nunca me había mirado así. Y me di cuenta que esto no era normal y cambie la mirada.- Pero no ha tenido gracia y no creas que sera tan fácil que te perdona Stefan.- En ese instante me miraba con mala cara y me apretaba la mano y grite con dolor y vi que quito la mano al instante por una persona ajena que le alejo de mi...