jueves, 1 de marzo de 2012

3. Mal momento.

Al terminar la clase mortal de historia, me giré hacía mi mochila para coger el dinero del almuerzo. Cuando me di cuenta que Ivan y Lunnaris estaban hablando con el profesor y se dirigieron hacía mi. Alcé la mirada hacía Ivan y tenía su hermoso rostro a menos de treinta centímetros. Mi corazón latía con fuerza cuando se clavaba sus ojos en los míos, cuando reaccione.

-Melody... ¿Te importaría decirnos donde esta la cafetería?- Me dedicó una sonrisa avergonzado y yo me reí suavemente.

-Claro. Estaba buscando el dinero para ir para allá. Seguidme.- Me levanté y nos dirigimos hacía la cafetería. Por lo que veía, Lunnaris se quedó en la clase comiéndose una manzana que sus labios deseaban; me entró la curiosidad y pregunté a Ivan.- Ivan... ¿Por que tu hermana no viene con nosotros?- Me miro a los ojos extrañado que le preguntase eso. Pero al final contestó.

-Ella no le gusta comer demasiado por las mañanas. Ella es muy estricta con su dieta, y no se para que si esta bien tal y como esta. Pero ella es así.- Se paro y soltó una risita juguetona, y le sonreí.- Ella es por así decir un tanto especial, ya que intenta mantener una imagen que no le importa y no se relaciona con la gente...- Me explicó Ivan aun sin conocernos.

Se ve que sabe en quien confiar y quien no... Por eso me sentí alagada. Terminamos de andar por ese interminable pasillo y caballerosamente, Ivan me abrió la puerta de la cafetería, y al entrar todas las miradas iban para nosotros. En esa situación me sentí muy incomoda y decidí seguir para delante para ir a almorzar. En cuanto cogimos las bandejas para el desayuno, se puso delante mía un rostro femenino que desagradaba toda la vista.

-¡Hola Melody! Deberías ir al final de la cola ya que es ese tu sitio chica.- Era Violeta... Una diva del instituto... es decir la mas "popular", y solo por la ventaja del parentesco de una chica de diecinueve años cuando tenía diecisiete como yo.- Chica, ¿No me has oído? He dicho que te vayas al final de la cola pringada, aquí solo estamos los populares con los populares. No aceptamos... Pringadas.- Cada vez que veía su rostro me daba mas ganas de decirle unas cuantas cosas... Ella es muy delgada y alta de metro setenta y con un rubio perfecto brillante, con sus tirabuzones perfectos; su piel un poco morena y sus ojos color miel perfectos. Todo de ella era perfecto y nunca podría ponerme a la altura de ella. - Melody. Te vas ya. Molesta a la vista.- Soltaron unas risitas burlonas que en ese momento me dio unas ganas de darle con la bandeja para que se atravesase la cabeza con ella; pero cerré el puño y me aguante y me dirigí hacía al final de la cola.

-Melody espera...- Dijo Ivan con el intento se seguirme, pero cuando me di cuenta Violeta ya le estaba poniendo una pose, como decirlo... "sensual" cogiéndolo del hombro y tocándole el pecho.

-Hola, tu debes de ser el nuevo ¿Verdad? Vente conmigo, te enseñare mejor el instituto guapo.- Le puedo la mano en sus hermosos labios con un intento fallido de besarle cuando vi la acción de Ivan quitando le las manos fuera de sus hermoso cuerpo, cuando se dirigió hacía mi y se dio la vuelta para dedicarle unas palabras.

-Lo siento, bueno en realidad no lo siento.- Se giro hacía mi y le volvió a mirar con cara de desprecio.- No me gustan las compañías frescas.- Y le dedico una risa burlona y me rodeo el brazo por la cintura para dirigirnos al final de la cola y eso hice.

Aun no me lo creía, el fue el único ser humano masculino que no había caído en la tentación de Violeta y sus amigos y ella aun lo alucinaban como yo.

Y llegando otra vez al puesto de antes, terminamos de coger el almuerzo y fuimos a ver si encontrábamos mesa.

-Melody ¿Quieres que busque sitio?- Me pregunto.

-Vale. Dame tu bandeja, tu busca sitio, yo te espero aquí sin problema.- Me miro con cara de duda que pudiese con las dos bandejas y se la quite con una mirada de reto y el me sonrió diciéndome que ahora volvería y le sonreí. Me estaba entrando el hambre y cogí mi manzana para entonces sentí un empujón en mi espalda que casi se me callearon las bandejas. Decidí darme la vuelta y vi el rostro de Violeta como una furia y una mirada de asco.

- Que Melody, ¿Disfrutas de la compañía de Ivan?- decidí no responder, no quería causar problemas. Pero la fresca de Violeta me estaba empujando con una cara amenazante.- ¿Crees que puedes ir por hay siendo el centro de atención? Esto es el instituto. No es la escuela primaria.

-Pero por tu edad mental deberías estarlo.- Dije en voz baja, cuando se dio cuenta que susurre algo y se enfureció mas.

-¿Qué has dicho?- Me miro con una cara que deseaba mi muerte en ese instante, y mi corazón latía cada vez con mas fuerza. Pero el impulso de contestarle no se aguantaba mucho mas y eso hice.

-Nada que pueda llegar a tu subconsciente de edad mental de tres años Violeta.- Dije claramente. Entonces rápidamente deje las bandejas e una mesa y intente hacer un movimiento de apartarme de ella pero no puede. Sus "amigas" me cogieron de los brazos y no pude escapar. Cuando alce la mirada a ella vi como su puño se acercaba cada vez mas a mi y ya veía mi humillación en el instituto y de camino a la enfermaría pero eso no ocurrió por que un rostro familiar su opuso al impacto...



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