jueves, 23 de agosto de 2012

16. Problemas

Con mi moto y con el pelo en la cara por la carretera que llevaba al centro de Barcelona iba. Me sentía libre y eso me gustaba y mucho, hacía mucho tiempo que no tenía esta sensación junto a Stefan, estos últimos años fueron de odio, pero al parecer este vuelve a estar bien conmigo. No se lo que le hizo cambiar de actitud, si mi cambio, si la llegada de Ivan al instituto... ¡Ivan! Tengo que estar antes de las nueve en casa. ¿Y si habían vuelto antes? ¿Y si ya me estaban buscando? Mire mi reloj con rapidez y me di cuenta que era nada mas que las seis de las tarde, menudo susto, pero calculando el tiempo tendría que irme ya a la casa. Estaba justo en el puerto de Barcelona, donde había como una figura de una montaña rusa de metal, podía ver el mar, y eso siempre me distraía. Estaba apoyada en el barrote viendo el mar, a solo unos pasos de la moto y volver para dejar de fingir que me he ido de casa, pero no podía evitar la distracción de ese mar abierto, libre y hermoso. Una brisa suave acariciaba mi pelo laceo que hacía que se me pusiese la piel de gallina, pero me gustaba esa sensación y mas en lugar donde me encontraba, por un momento sentía como me cogía de la cintura suavemente Stefan, me creía que no era verdad, pero noté su cálido aliento al hablarme.

-¿Es precioso verdad?- Cuando quería el podía ser romántico, pero tenía razón, una de las cosas que mas me gustaba en el mundo era el mas abierto y su esplendor. No podía negarlo, así que asentí con la cabeza a la pregunta que me había echo y saqué una sonrisa que pocas veces sacaba, se estaba poniendo el sol. En ese momento mentalicé, ¿Qué hago aquí con Stefan y encima poniéndose una puesta de sol? Debo volver a la casa, y debo de olvidarme de Stefan. Apuntó de dirigirme hacía el para irme, este me dio la vuelta y me clavo sus hermosos ojos esmeraldas a los míos. No me salían las palabras, podía ver en sus ojos que ese amigo que había perdido hace unos años había vuelto en estos últimos días. Deje de pensar en esas cosas y salí de entre sus brazos y me dirigí a el.

-Stefan, me tengo que ir. Mi padre me estará esperando. -Me costó mucho pronunciar esa palabra, me giré para montar en mi moto pero este me lo impidió. Notaba como la fuerza que tenía me cogía del brazo así impidiendo que me fuese. Su rostro había cambiado totalmente, no sabía lo que estaba pasando y me preocupaba y mucho.

-Se que no estas aquí por visita, esa mirada es de mentira Mell, te conozco desde los 3 años, mas te vale decirme la verdad. -Me conoce demasiado bien este chico, pero no podía decirle nada, prometí a Ivan que no diría nada, pero cuando me dí cuenta que este no me dejaría escapar me replantee otra forma de explicación como a la próxima no me soltase.

-Suéltame, tengo prisa Stefan, te lo explicaré en otro momen...-

-Ahora.- Dijo decidido, pero mis ojos se clavaron a los suyos como desafío, es la misma mirada que le ponía a Lunnaris, pero esta vez no era para que se petrificara.

-Como quieras. - Decidida me solté bruscamente y con una patada lateral conseguí darle lo suficientemente fuerte como alejarle de mi, corrí como la luz para llegar a la moto y lo conseguí. Ni me molesté en ponerme el casco ya que no permitiría que me siguiera, ya se había puesto el sol y casi no había luz en la carretera, en pocos segundos me alivié por pensar que este ya no podría seguirme, pero me equivoqué, a pocos metros detrás mía, oía una moto a toda pastilla, y al girarme vi su rostro de enfado. Pensé que no podía llevarle a la casa así que decidí parar de golpe fuera de la carretera apunto de bajar al bosque. Este vino en poco tiempo y se acercaba a mi con rapidez y enfado, mientras que yo estaba quieta, tranquila, pero con rabia por dentro, conteniendo todo lo que podía para no hacerle daño. Este llego a cogerme de los brazos con enfado, clavando sus ojos a los míos pero con furia.

-¡¿Pero se puede saber que te esta pasando?! Me estoy preocupando por ti. -Pude ver que le estaba sangrando la nariz por mi culpa, este me soltó de golpe a ver mi mirada de preocupación y se dio la vuelta. Estaba hablando solo, no lo entendía por que se estaba alejando, poco a poco se estaba acercando y me miró con muchísima preocupación. -Mell, ¿Qué esta pasando? -Apunto de contestar por su preocupación podíamos oír como si algo se acercaba, entre las sombras del arboles se veía unas sombras gigantes.

-Oh no...- Este me miró con un poco de miedo. -Corre. -Era una orden pero este no me hacía caso, le pegué para que espabilase de una vez. -¡Vete! -Reaccionó y se fue corriendo hacía la moto, pero no pudo llegar, una de esas sombras cogió a Stefan y me dí cuenta que al que buscaban no era a mi, era a el. Corrí a mi amigo atrapado y herido para salvarlo, pero al instante vi el rostro de la criatura, un Licántropo. Lo vi por la gran luz que daba un coche muy familiar, era el de Ivan, salio corriendo del coche al ver que el Licántropo me iba a atacar así impidió que fuese devorada. Abrazó mi cuerpo con fuerza para que no me hiciese daño en la caída y así fue, ni un rasguño, pero el tenía algún que otro arañazo. Me levantó y de un saltó acabamos en la carretera, donde se situaba su coche.

-Sube al coche. -No dudé en hacerle caso y veía como cogía con una fuerza inexplicable mi moto y la enganchaba al coche. En pocos segundos se subió al coche y nos dirigimos hacía la casa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario