viernes, 31 de agosto de 2012

17. Cabreo

Efecto retardado mio, Stefan aun estaba con los Licántropos, reaccioné con brusquedad y me quité el cinturón; Ivan vio mi reacción y aceleró el coche.

-¡Ivan! ¡Stefan esta en peligro! -Dije intentado hacerle volver, pero mis suplicas no funcionaban para nada.

-Mell, ya lo han cogido, no hay forma humana de salvarle...-

-Pero yo no soy humana. -Interrumpí, el se quedó pensativo y sabía que tenía razón, pero  no estaba con la intención de frenar el coche, se le veia muy serio. Frenó de golpe al ver que ya llegamos a la casa, bajó rápidamente y espero a que bajase, pocos segundos después salio de la casa Lunnaris, que al parecer estaba de mal humor por lo que había echo. Bajó como un rayo del porche y me agarró de los brazos super de mala leche.

-¡¿Pero tu de que vas monada?! ¡Casi haces que vengan los licántropos para acá! No sabes el riesgo que acabas de cometer nenica. -No quería escuchar mas palabras de odio y de obligación de esa chica o lo que fuese, así que me la quité del medio y esta vez, fui yo quien subió la voz.

-Tu a mi no me mandas bonica, tu a mi me dejas tranquila, se lo que me hacía y ademas como quieres que aprenda si no cometo errores, deja de decirme lo que tenga que hacer, no eres ni mi madre, ni me hermana ni nada que me importe. -Lo dije de tan mala leche que la ultima parte me dolió hasta a mi, pero veía en sus ojos esa mirada sin dolor y sin... Nada, no veía nada, es como si no tuviese sentimientos, me sentí mal por haberle dicho eso, que me acerqué a ella. -Lo siento, se me ha ido la cabeza, es que todo esto...-

-Déjalo, con lo que has dicho es suficiente. -Rápidamente se dio la vuelta y corrió hacia la casa como un rayo, no me dio tiempo de decirle nada, mi subconsciente decía de ir a hablar con ella, pero Ivan me lo impidió. Me giré y le vi serio.

-Tranquila, ya hablaré con ella. -Yo asentí, pero no me quedé relajada.

En la hora de la cena invadía el silencio, hasta que empezó ha hablar Ivan sobre las estrategias contra los licántropos y el como y cuando hacerme ver con mi madre. Lunnaris estaba atenta pero solo asentía y escuchaba, yo también estaba atenta, me gustaba saber mas cosas sobre esto. A mi siempre me ha gustado mucho la fantasía, las historias, mitología y me sentía como si estuviese es mi mundo perfecto nada mas que con problemas.

Terminada la cena, me fui nada mas después de ducharme a mi habitación a ponerme el pijama, pero una habitación antes de la mía, estaba la de Lunnaris, la veía de bajón, y solo pensar que era por mi culpa me dolía bastante. No me lo pensé ni dos veces, y me decidí a entrar, ni siquiera me miró, pero yo me agache y intenté mirarla a los ojos, me encantaba sus ojos, unos ojos pardos como gatos que el verde de sus ojos invadia el marrón.

-Siéntate si quieres Mell. -Dijo lentamente y suave. Yo hice lo que me dijo y levantó la cabeza. -Siento mi comportamiento, es que no sabes la suerte que tienes, mira, yo nunca conocí a mis padres, ni hermanos ni hermana, es mas, todo cuanto recuerdo es vagar sola por las calles, totalmente sola, nadie me cuidaba, hasta que vi que era por así decir, diferente, y ahí me encontro los padres de Ivan, y me cuidaron como hija suya y... Bueno déjalo, no creo que te interese.-

-Evidentemente me interesa, es mas, me siento fatal por mi reacción y mas por haberte echo ponerte así. Cuenta. -Me miró con confianza y me dedicó una media sonrisa, pero me bastó por que se que así ve que puede tener confianza.

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