sábado, 1 de septiembre de 2012

18. La historia de Lunnaris

-Pues... Como ya he dicho antes, yo vagaba sola por las calles, pero antes tenía una familia, o eso me dice mis sueños. -Empezó a contar su historia, y lo que me impacto al principio es lo de los sueños. 

-En esos sueños ¿Qué sueñas? ¿Y siempre acierta? -Pregunté con curiosidad.

-Son como visiones del pasado, y también las tengo presentes y futuras; las tengo solo cuando duermo. Bueno, el caso es que esos sueños me veía abrazada a mi madre, y al lado mía mi hermana. Era un bebe normal y corriente, solo me destacaba unos ojos enormes, lo raro es que nunca me acuerdo del color. Luego otra de las visiones o sueños como prefieras decirlo, era que mi hermana y yo estábamos en la cuna y a pocos segundos veía como entraban unas personas desconocidas a la habitación con brusquedad y veía como se dirigían hacia nosotras y nos cogían en brazos y nos llevaban fuera de nuestro hogar. De mis ultimas imágenes que tengo de ese sueño es que veía a mi madre llorar y herida ya dándola por muerta y cuando soltaba la mano de mi hermana, ella hiendo a un lado y yo a otro. -Finalizó su historia, la verdad es que era un tanto triste. Por lo menos ella se podía acordar un poco de su pasado, mientras que yo del mio no, por ese motivo tenía un tanto de envidia, pero para eso estoy aquí, para averiguar cosas de mi pasado, de vivir este presente, y ver que me parará el futuro.

-Es... Triste, saber que tienes una hermana por ahí, y no saber donde esta... Yo no tuve la oportunidad de compartir mi vida con un hermano o hermana de la misma sangre. -

-Por eso me he puesto así de ese humor, tu puedes saber quien es tu madre, y puedes verla, y tu padre puede que hasta que lo encuentres, yo no tengo esa suerte... -Se tumbó en la cama y empezó otra vez a contar. -También otros de mis sueños, es cuando de pequeña iba pasando de adulto en adulto por que no querían cuidar aun teniendo como los seis meses. Así mi transcurso de los años hasta llegar cuando yo tenía los 8 meses a una mujer me acogió en su casa hasta los cinco años. Durante ese transcurso de tiempo, notaba que no era una niña normal y poco a poco me ponía cada vez mas pálida y parecía que empezaba a madurar mis poderes. Empezó siendo la super velocidad, luego el hacer formar con la tierra y el agua, y muchos mas que descubrí hasta llegar hasta aquí. Y el día que cumplí cinco años, vi el amanecer, pensando que hoy sería algo diferente, ande hasta la cocina y esperar a mi nani, así es como llamaba a la mujer que cuidaba. A los pocos minutos veía una ambulancia fuera de casa, no dude en salir, pero al darme cuenta que era mi nani la que estaba en la camilla se me cayó el alma al suelo, me dijeron que no estaba muerta y que tenía una nota para mi. Tome la nota... -Contemplé como le caía una lagrima por su delicada mejilla y se me destrozaba el corazón verla así. Esta se la quitó y continuo. -Ponía que huyera, alguien me buscaba y me quería muerta, que huyera y que me echaría de menos y cuando sea, siempre estaría en la misma casa. Solo leerla me fui corriendo, me fui, no quería hacerle mas daño, pero en la salida del hospital, bajo una tormenta, esa cosa me estaba. No sabría describir lo que era por que no me acuerdo, solo se que me quería a mi, pero en la nada, salió un niño aun mas rápido que yo, que lo separó de mi y me alejó lo suficiente del monstruo como para huir. Este me cogió en brazos y salimos corriendo hasta llegar donde me recogieron Zeus y Ivan. Pero antes de irme con ellos y empezar una nueva vida, pregunte por el nombre de mi héroe, era Kenai, un vampiro. -Me quedé con la palabra vampiro y se me puso la carne de gallina, pero deje mis tonterías y seguí escuchando. -Y desde entonces, uno de los vampiros superiores me esta entrenando y también algún entrenador de los Dioses hasta llegar hasta aquí, buscando la hija perdida de Atenea, a ti, te ví en un sueño, y supe que teníamos que ayudarte, a salir de tu mundo, para entrar en el nuestro. Por eso digo que tu puedes conocer y estar con algún familiar yo no, por eso, intento ayudarte y me preocupo tanto por ti Mell... -La abrace con cariño totalmente arrepentida de todo lo que le dije cuando bajé del coche, esta se separó un poco de mi y me miró. -Mañana tienes visita Mell, vete a dormir.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario