domingo, 16 de septiembre de 2012

20. Teorías y un despeje.

Pasé de eso he Ivan sugirió de ir al salón a hablar, y con la sugerencia todos los que estábamos en la entrada nos dirigimos al salón. Yo me fui a la cocina a ofrecer chocolate caliente y alguna galleta, estos me agradecieron el gesto y cogieron cada uno su taza con una par de galletas. Hubo unos momentos de silencio hasta que Daniela quiso romper el silencio, dio un par de palmadas y todos les prestamos ateción.

-Bueno chicos, mejor dicho Melody, hemos venido aquí para  prepararte. La razón, para que puedas volver a  ver a tu madre y sepas cual es tu pasado y ayudarla a hacerle volver a recuperar la memoria, pero si no demuestras que eres hija de Atenea no podrías ir a sus aposentos en el Olimpo. -Terminó de hablar por que enseguida tuve que preguntar.

-¿Como sabrían que soy la hija de Atenea? Creo que con el DNI no vale. -Este comentario soltó alguna risita a los demás semidioses y al parecer cogió el turno de palabra Anais.

-No exactamente, veras, sabrás que cada Dios tiene algún don ¿no? -Asentí atendiendo a sus palabras. -Pues veras, cada uno de nosotros tenemos un don que nos identifica como hijo o hija de tal Dios, ademas que es por una marca que tendrás en alguna parte del cuerpo al terminar de identificar de que Dios eres hija. Yo al ser la hija de Afrodita tengo como el don de convertir a alguien la persona mas hermosa del mundo, o poder controlar a las personas por mis "encantos". -Se explico bien, tenia que encontrar mi don, pero seguramente me lo diría para ver mi punto fuerte.

-Yo por el cambio al ser la hija de Driadas controlo la naturaleza, básicamente la tierra y la flora. -Dijo Daniela.

-Yo al ser hijo de Poseidon controlo las aguas, y puedo hacer de curarme las heridas con solo tocar el agua, y eso en los combates cerca del agua viene muy bien, aparte también puedo curar a personas ajenas. -Explicó Lucas.

-Yo, como hijo de el gran Hades puedo hacer que vengan durante unos segundos los espíritus muertos y ademas en alguna ocasión especial de resucitar, aparte de poder utilizar mi poder de lanzar una bola negra que derroto a mi enemigo al instante. -Dijo riéndose, y básicamente un poco presumiendo, pero no le daba tanta importancia.

-Y tu Melody -Continuo Ivan. - al ser hija de Atenea, en lo que es el combate a tu enemigo le es difícil derrotarte, ademas que tendrías un gran manejo con la espada y muchas mas cosas que tendrás que descubrir. Ademas, una vez que te hayas completado como una semidiosa verdadera te saldrá como una marca rara, por ejemplo yo tengo la de un rayo, y los demás de lo que le corresponde, si te digo la verdad, no se que te podría salir a ti. -Este me volvió a sonreír al terminar de hablar y yo me alegre.

Terminando aquella rara reunión, los cuatro semidioses se fueron a los sofás a dormir un poco; habían echo un viaje bastante largo para venir para acá. Yo decidí ir para mi habitación y descansar de aquella mañana, pero dentro de nada sería la hora de comer, a si que, me daba tiempo de descanso como unos veinte minutos, pero mejor eso que nada. Apunto de llegar a la habitación de Lunnaris, pude oír que estaba con Kenai hablando, me limité a escuchar un poco la conversación por que oí algo de mi.

-Es bastante tímida Melody, pero vamos, normal que este así por tu visita Kenai. Recuerda que se ha criado con un padre que es Licántropo, no es fácil todo esto para ella, pero para eso estamos nosotros. -

-Entiendo, antes de que se me olvide, nani esta bien. -Nani, la mujer que cuido de Lunnaris cuando era una niña, la de su historia.

-¿Qué se sabe de ella Kenai? -Preguntó Lunnaris ansiosa por saber algo de ella.

-Nada nuevo, ya tiene los setenta y un años, hoy es su cumple, y como siempre, mira vuestra foto de cuando tenias cinco años y se le salta algunas lagrimas. Lunnaris, te hecha mucho de menos. -Solo decirle eso Lunnaris cambio la cara totalmente y bajo la cabeza, me dolía bastante al ver a Lunnaris así. No soportaba esta situación, pero apunto de irme siguen hablando. -Me tengo que ir, siento no serte de mucha ayuda. -

-Tranquilo, lo eres. Ya nos veremos Kenai otro día, pero antes avisa por móvil. -Este asintió y le dio un beso en la mejilla y saltó por la ventana y de hay desapareció. Podía haber pasado de largo de toda esa información, pero no hice eso, entre al dormitorio de Lunnaris con decisión.

-Lunnaris, -Me senté en la silla con un poco de timidez. -Te he oído hablar con Kenai, no era mi intención, pero te veía tan mal que no lo pude evitar. -

-No pasa nada. -Dijo ella.

-Si que pasa, y quiero que estés bien, ¿Que te parece si nos vamos de compras nada mas comer? Estaría a salvo por que estoy contigo ¿No? -Por la cara que puso no le pareció mala idea y nada mas comer fuimos como tarde tarde de chicas Lunnaris, Daniela, Anais y yo a por el coche de camino al centro comercial mas cercano de Barcelona.

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