martes, 16 de octubre de 2012

23. Una comida con caras conocidas.

-Un vampiro... Por eso en la oscuridad se veía con claridad los colmillos... -Tartamudeaba.

-Defecto de los vampiros cuando hay un poquito de luz cuando estamos apunto de atacar, de haber sabido que no le estabas haciendo nada no habría atacado, lo lamente Melody. -Julie se expreso claramente, con un vocabulario perfecto, y una sinceridad inmensa, parecía una buena chica, asi que no la iba a guardar rencor por este incidente.

-No pasa nada Julie, ha sido un mal entendido. Y Lunnaris, ¿De que conoces a Julie? -Esta no dudo en contestar.

-Ella es la hermana mejiza de Kenai, y bueno, nos conocemos desde que Kenai me recogio con Ivan como tu ya sabes Mell; por cierto -Dijo mirando a Julie contenta de verla. - ya no se nada de ti, apenas te veo ¿Donde estas metida? -

-Pues chica, he estado espiando a los Licántropos, para ver donde esta su escondijo, pero no los he encontrado. Pero he oído que ha habido un ataque ayer si no me equivoco ¿Verdad? -Pregunto curiosa, y ansiosa por saber una respuesta.

En ese momento me acorde del ataque de ayer, cuando huía con la moto de Stefan. En medio del bosque, cuando ya no podía huir de el, en los alrededores de los arboles un montón de lobos gigantes nos rodeaban. Justo a tiempo Ivan para salvarme, pero Stefan no pudo, y los Licántropos... No, no podía pensarlo. En ese momento unas lágrimas caían por mis mejillas solo pensar lo peor que le podía haber pasado. Julie ya veía mi respuesta en mi rostro y no preguntó mas. Pero en cero coma reaccioné.

-Lunnaris, nos tenemos que ir, nos espera Ivan. -Dije acelerada, ya que el por teléfono parecía preocupado; esta asintió y nos metimos en el coche y Julie se fue a su casa.

En diez minutos llegamos a la casa, y menos mal que Lunnaris no se había dormido, por que si no tendría que pedir ayuda a Ivan. Bueno, salimos del coche y con mucho silencio nos adentramos a la casa y cada una a sus respectivas habitaciones para ya descansar de este día tan agotador.

A la mañana siguiente me desperté de buen humor, pensando el que podría hacer en el día de hoy. Solo abrir los ojos, me levanté y me dirigí directamente a la ventana a ver las montañas; era hermoso ese paisaje. Me dirigí al armario y me propuse a vestirme bien, ¿La razón? Por que al dirigirme al armario había una nota que parecía que la había puesto Ivan.

"Buenos días Doncella, hoy arréglate un poco, tenemos que ir a Barcelona a pasar el día y comer con unas personas que nos ayudaran a prepararte, aparte de los cuatro semidioses claro. Luego, llévate ropa deportiva, por que por la tarde entrenaremos. Besos"

Claro que era de Ivan, solo el me llamaba Doncella. Dejé la nota en la mesita de noche y empecé a comerme la cabeza de en que ponerme. La verdad es que no tardé tanto, ya que me decidí por lo nuevo de ayer.

Mientras que me estaba duchando, Ivan y los semidioses nos esperaban a Lunnaris y a mi. Parecía de película por que Lunnaris y yo salimos a la ver de la ducha ya vestidas y peinadas. Ella vestía de un vestido ajustado de una manga larga, el color es de todo verde hoja con unos tonos combinados marrón y blanco que hacía a juego con sus ojos pardos; y sus tacones altos de aguja de como mínimo siete centímetros. Y por ultimo su peinado, por su gran pelo que tenía hasta la cintura veía que aprovechó y se hizo una trenza de espiga que sobrepasaba su pecho. Bueno, ella bajó las escaleras junto a mi. A medida que iba bajando Ivan me miraba fijamente, vestía con una falda de suelta que por delante es mas corta que por detrás, por detrás me sobrepasaba las rodillas, en cambio por el frente, era por la mitad del muslo; bueno era negra la falda, y de parte de arriba era una camiseta ajustada azul marino, llevaba mi pelo liso con alguna horquilla para despejar mi cara, y unos tacones azules marinos no voy de aguja.

Terminé de bajar las escaleras he Ivan se dirigió ha mi, este me cogió de la mano y me la besó con delicadeza, seguidamente este me miró y me sonrió.

-Estas hermosa. -Dijo. Se me saltaron los colores ya que no lo podía evitar.

Llegamos al centro de Barcelona, y nos dirigimos a un pequeño restaurante donde nos esperaba una cara conocida. Era Julie, no sabía que pintaba ahí, pero no iba sola, iba con Kenai. Como pude fijarme, a Lunnaris de la nada le salio una sonrisa con solo mirar a Kenai, y ya veía por donde iba los tiros. Pero había otra sombra mas detrás de la de Kenai, esa sombra la conocía yo. Claro que lo conocía  El señor Sky, el padre de Ivan y Lunnaris.

-Hola Melody, me alegro de volver a verte. -Dijo mientras me daba la mano.

-Igualmente señor Sky. -

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