miércoles, 4 de julio de 2012

10. Descubrimientos

-¿Papa?- Estaba en shock, no sabía que pintaba mi padres aquí, miles de preguntas volvieron a pasar por mi cabeza.- ¿Qué haces aquí?- Ivan y Lunnaris estaban alucinando pero actuaron normal, al igual que Hinata, que esta le tenía respeto a mi padre sin saber por que.

-Te estaba buscando, supe de la explosión cerca de casa y te estado buscando. Nos vamos a casa.- Dijo seriamente, fue hacía mi y me cogió la mano dirigiéndose al coche. Yo no le detuve, pero Ivan si. Mi padre le miró seriamente y con miedo, pero Ivan no se retiró. Otro duelo de miradas se batia en la cabaña de Hinata y esta era bastante sería.- Quítate Ivan, mi hija y yo tenemos que hablar...-

-¿Como puedo saber que es tu hija?- Dijo seriamente, y desafiándolo. Esa pregunta me dejó helada, no sabía a que venia esa pregunta, no sabía lo que venia todo esto. Cada segundo que pasaba tenía mas miedo aun.- ¿Como puedo saberlo, si ella es especial y tu no? Yo se de donde viene, y tu no eres de su sangre.- Dijo esta vez un poco mas cabreado y ahí decidí entrar.

-¡Ivan! ¿Como puedes decir eso? El es mi padre.- Dije defendiendo le haciendo así que mi padre me soltase de la mano y me puso en su defensiva. Pero Ivan reaccionó de una forma rara y no pensaba que fuese así.

Me cogió y me llevó hacía el, cosa que no pude soltarme. Podía sentir su perfecto cuerpo, respiraba de su aroma de Dios y deseaba no soltarme. Ese sentimiento se suprimió y intenté soltarme pero no lo conseguí. Este me volvió a coger en peso y salió corriendo por la puerta, detrás suya iba Lunnaris y Hinata. Pocos segundos despues conseguí que me soltase, y le empujé. Ivan me miro con cara de desafió, apunto de volver a empujarle y decirle unas cuantas cosas empezó a temblar el suelo. Me dí la vuelta y pude contemplar como mi padre estaba a escasos metros de nosotros. Estaba sacando espuma por la boca y estaba sacando mas musculo de lo normal. Sus colmillos parecían mas afilados que los de un tiburón y el miedo sentía era inmenso. Veía como su ropa se iba rajando, y cada vez le salía mas bello corporal.

-¡Melody! ¡Ven, corre!- Gritó Ivan y de inmediato me cogió de la mano y corrimos por el bosque, pero yo no podía quitar el ojo de ver la transformación de mi padre, no podía dejar de mirar, mi vida ya no sería lo mismo. Y pude ver en lo que se convirtió mi padre. Un oso gigante o lobo, no sabía como describirlo, solo sabía que aun es cuatro patas, este tenía la altura de dos metros y medio como mínimo. Me quedé clavada en el suelo, he Ivan intentaba llevarme a salvo. Solo a escasos segundos este monstruo me devoraría junto a Ivan, pero me equivoqué, ya no sentía contacto físico con Ivan, por que lo tenía en mis narices. Solo a pocos metros, y se iba acercando esa bestia, y antes que lo pudiese oler o sentir, abrí los ojos y pude contemplar como Ivan luchaba con la bestia. Se subió encima y lo controlaba con las orejas, tenía un pelaje marrón oscuro y los ojos negro como el vació. Pocos segundos después, podía ver que Ivan estaba derrotando a mi padre y al momento veía como Lunnaris venia corriendo con un caballo alado. Vale un momento, ¡un caballo alado!, era negro como el carbón y otro que venía detrás, blanco como la nieve. Esto ya era demasiado.

-¡Melody ven!- Estaba de piedra, solo podía contemplar la pelea. Hasta que veía que Ivan estaba apunto de matar a la vestía con una espada que parecía de fantasía. Ahí decidí intervenir.

-¡Ivan no lo mates!- Grité con todas mis fuerzas, y cayendo lagrimas por mis mejillas Ivan no le mató. Se quedó inmóvil la bestia en el suelo y aprovechó en bajar. Me cogió y subimos al caballo alado negro, mientras que Lunnaris iba en el blanco. Y cuando estábamos en el aire, podía ver como mi supuesto padre se ponía en pie y nos miraba y aullaba a la luz de la luna llena.

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