lunes, 2 de julio de 2012

9. Momentos extraños

-Tiene razón Mell, tenemos que irnos.- Dijo por fin Ivan. Estaba demasiado serio, ¿Conocerá ya ha esta chica? No tenía ni idea lo que estaba pasando y ya estaba cansada de tanto misterio. 

-Es ella... ¿Verdad?- Preguntó Hinata, dirigiéndose hacía mi. Ivan asintió decidido. Ella me miró, así escaneando mi propio ser. Esta suspiró y se dirigió a Ivan, le miró con respeto y le dirigió la palabra.- Si queréis podéis pasar la noche en mi casa, vivo con mi hermano mayor y seguro que no habría problema. Ademas, ¿No tiene que venir la otra?- Esto al parecer le alivió a Ivan, y no dudó en aceptar la invitación de la chica misteriosa.

-Vale, y la otra viene dentro de nada, sabrá como llegar.- Esta asintió. Esto no lo veía el sentido, pero dejé de pensar y me intenté levantar. No podía, la caída me había echo daño en el tobillo y Ivan tubo que llevarme a peso hasta la casa Hinata. Caminamos hasta el centro del hermoso bosque llegando por fin a una cabaña de madera que parecía ser de Hinata. Entramos en la cabaña y era este tipo de casas que sale en las películas, muy acogedora y bien cuidado. Estas son los tipos de cabañas que a mi me gustaban desde siempre. Ivan me dejó en uno de los sofás que había en la sala de estar, este me había llevado toda la caminata en peso, parecía que tenía una fuerza impresionante y no le costaba nada llevarme en peso. Bueno, me decidí intentar levantarme y por el milagro podía pero al instante una figura muy familiar me impidió que terminase de ponerme en pie y volviese a tumbarme.

-No vuelvas a levantarte Melody, tienes que esperar que llegue Hinata para que traiga el potingue que te sanará el tobillo.- Dijo seriamente, era Lunnaris, no me imaginaba que la otra persona fuese ella. Vestía esta vez con el chándal del instituto como yo, nada mas que ella llevaba una trenza al lado que le llegaba a la cintura.

-¿Qué haces tu aquí Lunnaris?- Pregunté queriendo saber la respuesta de inmediato. Esta me miraba con unos ojos que me controlaba mi mente, esa mirada de unos ojos de gato que lo controlaban todo, que combinaba su cara perfecta y pálida como la de blancanieves. Decidí reaccionar, por que no permitiría que me controlará.- He preguntado que que haces aquí y no me empieces con tu mira ditas.- Dije claramente y al parecer eso no le sentó muy bien a ella, pero no podía evitar reaccionar así si me miraban de esa manera.

-Lunnaris para ya.- Dijo finalmente cuando entró Ivan a la habitación, parecía preocupado por como me miraba su hermana.

-Hermano, no podemos estar aquí. Por lo menos no yo.- No se que quería decir, pero siguió hablando.- La tal Hinata, es hermana del "idiota".- No se con quien se refería con el "idiota" pero Ivan no dudó reaccionar de cogerme otra vez en peso he intentar salir de la casa de Hinata. Pero esta se puso en medio impidiendo así que salgamos.

-Vosotros no os vais a ninguna parte, yo no os voy a hacer nada. Si es por mi hermano, no os preocupéis, mirad, empezad a contar todo a Melody, mi hermano no viene hasta el anochecer.- Solo oír esas palabras estos retrocedieron y volvimos a la sala de estar.- Dejarme prepararos la comida.- Ivan y Lunnaris se miraron y asintieron a la amigable Hinata, y fue corriendo ha hacer la comida. Ivan suspiró mirándome y le mire inquiriendo saber que es lo que pasaba. Lunnaris le asintió y empezó a hablar ella.

-Mira, Melody, esto no es fácil de entender, y solo te podremos decir esto...- Respiró y prosiguió.- Tu cambio radical que tuviste hace nada de tiempo...- no pudo seguir ya que hubo un portazo de la puerta principal que al instante salió Hinata a la defensiva de nosotros. Y entro un rostro muy familiar en la que mi vista era una sorpresa.

-¿Stefan..?- Solo pude decir eso. Pero no, no era Stefan.

-Hija...-

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